Por: Mtro. Adrián Martí Pineda Selvas

Secretario de Atención a Personas con Discapacidad

CDE Veracruz.

*Sin embargo, por la manera en que ha gestionado la crisis de salud el Gobierno de la 4T, representada por los López, se vale presumir que la tan ansiada nueva normalidad es más fácil que provenga de un milagro de la auténtica MORENA…

Todos estamos esperando que la tendencia de contagios y muertes a causa del COVID 19 alcance su pico más alto y comience a planarse o a declinar la curva que reporta estos casos. Entre las promesas de los López, Obrador y Gatell, el país espera que las cifras anuncien que llegó el día en que las muertes y contagios por este virus vayan en receso y  cuando esto suceda por varios días consecutivos, el país podrá visualizar que los días de la  tan prometida “nueva normalidad” se aproximan. Sin embargo, por la manera en que han gestionado la crisis de salud el Gobierno de la 4T, representada por los López, se vale presumir que la tan ansiada nueva normalidad es más fácil que provenga de un milagro de la auténtica MORENA, que la de aquellos que hoy gobiernan a este país y están encargados de sacar a flote el barco llamado México; es demasiado desesperante y frustrante ver que cuando López Gatell anuncia que en días el país abordará la vida nacional dentro de una normalidad – dijo que entre el 8 y 10 del mes en curso-, mientras que el otro López, el gran caudillo aplaude a rabiar y triunfalmente declara que han domado a la pandemia, y en las horas siguientes se conoce que más mexicano y mexicana han muerto por COVID 19 (al día de hoy, los casos confirmados 56,594 ayer, 2713, de los cuales han muerto 6,090), más los declarados por "neumonía atípica”. Solamente de pensar que un gran número de contagios se pudo haber evitado si el Gobierno mexicano hubiese seguido a pie de letra lo que recomendó la Organización Mundial de la Salud de hacer pruebas, pruebas, pruebas, es en verdad, frustrante, pero primero la austeridad ante lo que sea, así sea la vida misma.

Aun cuando el CORONAVIRUS no estaba entre nosotros y comenzaba a fabricar escenarios pandémicos dramáticos, y en lo económico, colapsos de potencias mundiales, en Europa principalmente, López Obrador ya le restaba importancia a los estragos que este virus pudiese causar al sistema público de salud del país y a la vida nacional en general, e invitaba de manera irresponsable a portar una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, para repeler el virus; no es casual que Presidentes muy parecidos  al mandatario mexicano, como Trump, de Estados Unidos, y Jair Bolsonaro, de Brasil, tengan a sus respectivos países, sumergidos en un alarmante número de infecciones y muertes por esta pandemia mundial, gracias a sus criterios oscurantista, populistas , tremendamente ignorante y desafiantes al reto que imponía este virus a la distancia, cuando anunciaba su llegada… igualitos a nuestro Presidente.

Mientras que el par de López, Obrador y Gatell no le atinan a una y mueven las fechas y estrategias para la reapertura a una vida normal, resultaría más fácil que cada mexicano y mexicana, revise que le depara el futuro en relación a la pandemia de salud, en el zodiaco.

La presencia del CORANAVIRUS le sirvió  a López Gatell, para saltar a la fama. Lo mismo acude a leer poemas a niños, como aparece en la portada de las revistas de moda, así como se ha convertido el show man, el hombre del momento, la cara fresca de la 4T. La banalidad en la que ha caído este personaje y el mundo superfluo, artificial que se le ha fabricado y como él no se ha resistido y sea dejado seducir, dejando a un segundo plano su vocería en el Gobierno Federal en el tema de la pandemia, a pesar de sus desaciertos, hay que decirlo por doloroso que sea, revela el Gobierno que merecemos.

Se espera que entre los colores del semáforo se dictamine qué regiones del país podrán hacer un vida normal, cuales a medias y cuales definitivamente están muy lejos de alcanzar una nueva normalidad. Ante escenario, por muy Presidente que sea y aunque su estilo para gobernar sea muy personalísimo, no puede tomar decisiones sin tomar en cuenta el parecer de los Gobernadores, aún aquellos de los de su Partido. Conforme al protocolo establecido con los señales de semáforos, el gran caudillo no pierde tiempo para llevar agua a su molino en materia electoral, y a los Municipios en que supuestamente harán en los siguientes días una nueva normalidad, los bautizó como Municipios de la Esperanza, aludiendo claro está, al eslogan del movimiento que lo llevó al Poder.

Los López deben ponerse las pilas, ya que la impaciencia ciudadana ahí está; deben sensibles y pensar cómo le dirán al país que la prometida normalidad diaria está muy lejos de ser real y que se deben de “guardar” un mes más. Con López, el científico, si vino a tirar el mito que el otro López había creado, aquello de que al pueblo se le miente, no se le engaña, no se le traiciona. A dentro y fuera del país se cuestionan las cifras de contagios y muertes que día a día reporta López Gatell.